Roger Federer no se cansa de batir marcas. Luego de haber jugado su 23º semifinal al hilo en un Grand Slam (la última vez que cayó en una instancia anterior fue contra Gustavo Kuerten por la tercera ronda del Roland Garros de 2004), alcanzó en el Rod Laver Arena su 22º final.
Pero el suizo no se conformó y volvió a amargar a Andy Murray (como sucedió en el duelo consagratorio del US Open 2008) tras un marcador de 6-3, 6-4 y 7-6 (11), para recuperar la corona aussie luego de tres temporadas. El número uno del mundo ya había ganado las ediciones 2004, 2006 y 2007 del Australian Open y fue finalista en 2009, cayendo frente a Rafael Nadal (que no defendió su éxito porque tuvo que abandonar en cuartos de final por lesión).
En cuanto a títulos en torneos grandes, Federer consiguió su 16º laurel, por lo que sigue estirando su diferencia por sobre Pete Sampras, Roy Emerson, Rod Laver y Bjorn Borg, entre otros ilustres nombres.
Con esta nueva victoria, el oriundo de Basilea –también- pasó a integrar el selecto grupo de Jack Crawford, Ken Rosewall y Andre Agassi con cuatro trofeos en Melbourne Park, quedando a dos de Roy Emerson. Además, a los 28 años, empató a Guillermo Vilas con 62 copas como profesional.
Con respecto a Murray, hay que decir que en la segunda definición importante de su carrera tampoco pudo cortar la sequía de 74 años de su nación debido a que el último festejo fue el de Fred Perry en el Abierto de Estados Unidos de 1936.
Así, concluyó el primer Grand Slam de este 2010, que -a la vez- quedará en el recuerdo por el adiós de Fabrice Santoro en su participación número 70 en las citas más trascendentales del ATP World Tour (el que está detrás del galo es Agassi con 62 intervenciones).
La foto corresponde a la página oficial del torneo
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