En las tribunas del Philippe Chatrier, se vio a varias personas con una remera que decía “nothing is impossible”. Aunque estas dos semanas ya venían siendo inolvidables, Francesca Schiavone cumplió su sueño al vencer, en la final del main draw femenino de Roland Garros, a Samantha Stosur por 6-4 y 7-6 (2) y convertirse en la primera italiana que obtiene un torneo de Grand Slam en la era abierta.
La tana no sólo se adjudicó su título más importante como profesional (anteriormente había levantado Bad Gadstein 1997, Moscú 2007 y Barcelona 2010) sino que, además, consiguió ganar en la capital francesa siendo la peor jugadora preclasificada, después de Sue Barker (18º) en 1976.
Schiavone, que pasará a formar parte del top ten mundial, se impuso en la definición más pareja de las últimas ediciones en territorio galo, tras haber dejado en el camino a Na Li (11º sembrada), Maria Kirilenko (30º), Caroline Wozniacki (3º) y Elena Dementieva (5º), por lo que recibió de parte de la campeona parisina de 2000 -Mary Pierce- la Copa Suzanne Lenglen.
La foto está sacada de la página oficial de Roland Garros
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