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Concluyó Tenis de Ases, esta gran exhibición que contó con cuatro ex números uno del mundo en la Argentina y sobre polvo de ladrillo. El segundo día tuvo las revanchas de los singles del viernes y dos dobles, todos a un set.
En el primer turno, Guillermo Vilas impidió que Bjorn Borg se vengara, por lo que terminó con dos victorias sobre su rival de toda la vida. El “hombre de hielo” comenzó sacando pero el argentino le quebró de entrada y luego en el tercer juego.
Pese a que el sueco acortó distancia con su break en el sexto game, Vilas cerró el partido 6-4. Ambos de negro, “Willy” -con la boina que reemplazó a su clásica vincha- aprovechó la poca paciencia que tenía Borg, que tuvo como principal arma su saque (terminó con varios aces) pero que no le alcanzó para deprimir al público local, que llenó mucho más el estadio de Parque Roca que la jornada anterior.
El segundo partido, fue otra vez de lo mejor por el estado atlético de Pat Cash y Mats Wilander, además, de lo humorado que fue el encuentro. Por ejemplo, el australiano cortó una de sus tradicionales vinchas y se las repartió a unos chicos y, hasta, le pidió el teléfono a una de las promotoras.
Igualmente, el sueco no se quedó atrás, ya que estuvo más suelto que el otro día e hizo jugar a un ball boy con su raqueta y gorra en dos puntos y sacó varias veces cuando Cash no estaba esperando el saque, entre otras cosas. Con respecto al resultado, el australiano volvió a ganar, esta vez por 6-3 gracias a su quiebre en el cuarto game.
Tras las revanchas en individuales, llegó el momento de los dobles. En el primero, la pareja conformada por Vilas y Cash derrotaron al dúo sueco por 7-6 (3) aunque lo más saliente fue la “Gran Willy” de Guillermo, que hizo delirar a todos los espectadores.
Después, Cash (único invicto de este certamen) y Wilander superaron a Vilas y Borg por 6-4 pero lo más importante es que toda la exhibición derrochó un muy buen espectáculo, que incluyo humor y tenis de primer nivel.


La foto es una gentileza de la prensa del torneo.